Dios dijo:
Mis hijos a menudo miran hacia adelante con fervor hacia lo que viene a continuación en sus vidas. Esto es bueno. Una buena manera de llegar al futuro por el que estás ansioso es simplemente dejar de lado lo que ha sido. Me refiero al pasado al cual te apegas.
Algunos de Mis hijos se aferran al remordimiento, arrepentimiento, a los actos agridulces del pasado o a la inacción. En cualquier caso, demasiadas veces, tienes demasiados remordimientos y pensamientos y acciones que harías de nuevo si pudieras, si supieras cómo, si hubiera una manera. La única forma que en la que puedes volver atrás y borrar o agregar algo al pasado es dejarlo ir y simplemente seguir adelante. No hay vuelta atrás. Sólo existe seguir hacia adelante.
Pasa las páginas del pasado. Déjalas atrás. No puedes nutrir tu vida de arrepentimientos. Cuando te arrepientes y arrepientes, te entierras a sí mismo más profundo. Entonces el arrepentimiento y todo lo demás se convierte en un pilar. Sinceramente, cuando te arrepientes, laméntate una vez, y dalo por terminado. De lo contrario, eres un vago en la vida. Tiras de ti mismo hacia atrás. Las lamentaciones y el arrepentimiento son una Tierra de Nunca Jamás que te impiden regresar al presente.
Apréndelo y apréndelo bien, que Yo te libero del pasado. Nunca fue. Tienes un recuerdo de un tiempo imaginario. Yo te libero de la culpa. La culpa es un grillete, y Yo te libero de ella. No es noble sentirse culpable. Es una pérdida de tiempo y energía.
¿Sabes a qué otra cosa te puede llevar la culpa? A la ira. La ira puede ser vista como tu propio sentimiento de culpa pegado en otra persona. Ser responsables y culpables son dos cosas diferentes. Sentirse culpable es como cortarse los pies para caber en la cama. Sentirse culpable puede ser una proyección de tu resentimiento hacia otros o hacia una transición en tu vida. Hay un tema que Yo te repito con grandilocuencia, y es dejar ir al pasado. Para poder ser libre, es imprescindible dejar de lado al pasado. A menos que lo dejes ir, lo perpetúas. No se puede tener las dos cosas. Si quieres ser libre, tienes que dejar ir al pasado. La culpa no es tu obligación. La culpa es muy frecuentemente un primer paso. Salta fuera del pasado. Deja todo lo que has acumulado detrás de ti, y no mires hacia atrás. Esta es la ley de la tierra. Escribo ahora este mandamiento: No mires hacia atrás.
Mirar hacia atrás es una locura. No te avanza en el camino. El arrepentimiento es mirar hacia atrás. Pídele disculpas al mundo y a ti mismo una sola vez y luego sigue adelante con la vida. La culpa es una de las mayores pérdidas de tiempo que puede existir. La vida es fluida. En verdad, en cada momento tienes que dejar ir al pasado. Hazlo rápidamente. No puedes hacerlo demasiado rápido. El llamado tiempo es esencial cuando se trata de dejar que el pasado sea el pasado y para que puedas seguir adelante. Yo digo que es esencial dejar de lado el pasado, de lo contrario, te atascas en él. No se puede ir hacia adelante y mirar hacia atrás al mismo tiempo. Es uno o el otro. Sólo puedes tener un enfoque a la vez. ¡Adelante! No hay virtud en volver atrás. No hay virtud en aferrarse a dónde estuviste una vez o pensaste que eras.
Dejar ir significa dejar de lado la idea de la acción pasada. Deja ir la idea del karma como se entiende el karma en el mundo. El pasado no está destinado a ser una bola y una cadena alrededor de tu cuello. Eso conduce a la locura, y tienes mejores cosas que hacer. Tienes un trabajo qué hacer para Mí. Tienes bendiciones que dar y ojos que elevar. En primer lugar, tienes que levantar tus propios ojos.