HEAVEN #2343 Como Abrazar la Unicidad Abril 25, 2007
Dios dijo:
La gloria de Dios está dentro de ti. Si sientes separación, es separación de ti mismo lo que sientes. Hay una parte de ti que desea estar separada, y así te tienes a ti mismo distante de ti mismo. Mantienes una distancia. Algunas veces ni siquiera estás en una base de primer nombre contigo. Has retenido la intimidad contigo. Hay una parte de ti que desea la totalidad completa y sin embargo, la teme, teme que tú puedas perder algo si no te agarras a la separación. Puedes incluso amar algo más que a ti mismo. Aunque amar más que a ti mismo es ganancia, ciertamente no es pérdida amado, lo temes. Temes unirte a los gozos de la vida, porque ¿qué sería de ti entonces? Podrían encontrarte.
Sería fácil para ti amar algo más que a ti mismo porque tu amor por ti mismo, aparte del ego, ha sido desertado en alguna parte, dejado a un lado. Algunas veces te amas a ti mismo menos que a todos y admiras a alguien más. Algunas veces, si pudieras correr lejos de ti mismo, lo harías. Te dispensarías de estar contigo. Te dejarías tirado en los bosques en alguna parte. ¿Tan difícil es amarte a tus propios ojos? Piensa, qué significaría esto cuando te ames. Ya no demandarías que los ojos de otro te sancionen o validen. Tu corazón reventaría completamente abierto, y todo el mundo entraría.
Yo, Dios, coloqué mi sello de aprobación en ti antes de que nacieras, en tu nacimiento, y Yo continúo haciéndolo ahora en cada minuto de tu vida. ¿Por qué mi comprobante no es suficientemente bueno? Tú quisieras que todos doblaran su rodilla ante ti. Tú quisieras que las espigas de trigo se inclinaran ante ti. Pero aún entonces, tú sentirías la falta de honor porque tú no te honras a ti mismo lo suficiente para llenar la taza de té de un niño. ¿Qué haría falta para que tú dobles tu propia rodilla ante ti mismo? Amarte — eso sería verdadera humildad. Darte a ti mismo lo que te debes, eso sería noble. Cuando te sientes vacío por dentro, ¿qué cantidad de honor de afuera puede mitigar el vacío?
Si no hay un menor entre Mis hijos, ¿cómo puedes considerarte menos? ¿Qué hábito de pensamiento es ese? ¿Qué puedes hacer, amado, para tener de vuelta tu propia gracia? Si todos se amaran a sí mismos, qué mundo tan glorioso sería este. No sería un mundo egoísta. Todo lo contrario. Cuando te amas a ti mismo, puedes empezar a ver a los otros en la misma luz. El egoísmo se convertiría en una cosa del pasado. De hecho, el pequeño ser se habría ido. Sólo la falta de amor alimenta al pequeño ser, lo hace lloriquear y quedarse centrado en si mismo.
Pero cuando el amor toma su lugar por derecho, el Ser aparece resplandeciente, y tú real y verdaderamente empiezas a amar a todos como a ti mismo. No podrías hacerlo de otra manera.
Ámate a ti mismo primero, amado. Reconoce tu valor. ¿Crees en dar a Dios lo que es de Dios? Bueno, entonces, te amarás a ti mismo, porque me debes tu amor por ti mismo. El amor que te debes a ti mismo está atrasado, y Yo estoy haciendo el reclamo. Empieza a amarte a ti mismo para que puedas dejar la duda y el temor atrás. Mi Voluntad es que te ames a ti mismo. Ámate primero, y entonces amarás a cada hombre, mujer y niño, y a cada criatura en la Tierra, y a cada cosa hecha por Dios y hecha por el hombre. Amarás. Amarás sin objeción, porque ya te amarás a ti mismo, y por lo tanto amarás la Unicidad.
Traducción: Margarita
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