Dios dijo:
A veces, si fueras consciente y totalmente honesto, en vez de decir "Te amo" a alguien cercano y querido para ti, dirías: "Me aferro a ti. Dirías: Estoy apegado a ti y parece que no puedo dejarte ir" Si fueras totalmente consciente y honesto, podrías decir: "Eres útil para mí. Llenas cierto vacío que hay en mí. No sé cómo separarme de ti. Te necesito. Solicito más de ti de lo que tengo derecho".
Esto no es en todos, sin embargo, es en una gran mayoría. A estas maneras de conducta a menudo se les llama amor.
Muchos equiparan el apego con el amor. Dame, dame, dame lo que pido.
E incluso cuando eres el que da, es posible que te obstines a ser un dador, y al que le obsequias te da la oportunidad de serlo.
Los bebés se aferran. Tienen que hacerlo. Esto es en el flujo natural de la vida. Pero ahora eres ya un adulto.
Ahora, no hay nada malo en amar a otro tanto como puedas. No quiero complicarte la vida, sin embargo, algunas veces, a menudo, tu posición en el mundo no es sostenible. Te aferras a lo que no puede ser realizable. En este mundo caprichoso, no siempre te puedes sostener sobre tus propias fuerzas. No siempre estás allí para ti mismo. Te lanzas sobre ti mismo como si fueras un muñeco inanimado, amando en un momento y luego no. Echado, reclamado, reclamado, Echado, reclamado.
Puedes estar allí para ti. Puedes estar allí para otros, y aun así no estar atado. Puede suceder, y puede sucederte a ti.
La vida enseña a mis hijos a ser menos exigentes. Y cuando tu corazón está lleno de amor, eres menos demandante.
A menudo, queridos, lo que les gusta es una idea. No es la persona a la que amas. Es la idea que tienes frente a ti sobre esa persona. Esto es a lo que parece que tienes que aferrarte a toda costa. Puedes tener apreciaciones de ti mismo, sin embargo, en realidad, puede que estés haciendo una valoración de ti mismo muy pobre y dando a la vida misma muy poco valor.
Sin embargo, en la vida se aprende, y en la vida se crece.
Todo el mundo en la Tierra en el fondo sabe qué es el amor y cómo el amor es amplio, profundo y total. Tú sabes y no sabes. Vives y no vives. Aspiras y no Aspiras. Te rindes y te das por vencido cuando eres mucho más de lo que crees de ti mismo. Puedes renunciar a sí mismo, así como de los demás. Y, a menudo, es posible que hayas renunciado a mí. Tal vez hayas dibujado un círculo alrededor de mí y me consideres fuera de todo alcance. Yo, el ilimitado, puede que puedas poner un cerco en alguna parte. Tal vez hayas sentido que yo soy tu siervo. Por supuesto, lo soy, pero no un siervo al que puedas mangonear a tu antojo.
¿No es todo esto ridículo cuando somos uno? En verdad, en la vida, estás en una aventura contigo mismo. Es contigo con quien bailas. El mundo objetivo no existe en el sentido de cómo lo percibes. Vas entorno a ti mismo, y eso es todo. Eres el terror, o eres un ángel. Eres la persona que amas o al que temes. Eres el simulador o el temblor, y tú eres el héroe o la víctima y, sin embargo, ¿quién puede separarnos a nosotros, queridos? ¿Quién puede mantenernos separados cuando Somos uno?
Sólo en la imaginación, es que puedes. Sólo en la ilusión puedes. Sólo en la desesperación es que puedes. Sólo en el miedo también puedes. Sólo en la ficción también puedes. Lo que es verdad es verdad, y es verdad para todos los tiempos. Somos uno. No hay otra. Todos los demás son tu y te ves así mismo en diversas formas. Te enfrentas consigo mismo. Sueñas contigo mismo. Eres tu amigo, y eres tu enemigo. eres tu amado, o eres tu desamor. haz las paces contigo mismo y los demás de forma libre que también se ven así mismos en ti no podrán percibir ninguna otra diferencias más de las que tu ves en ti.
Traducido por: Miguel Ángel.
Enlace original: http://heavenletters.org/what-is-love-anyway.html