Acercando la Tierra más al Cielo
22 de Junio, 2011
El CIELO está aquí para alcanzar a cada alma en la Tierra con el propósito de despertar:
* Nuestra conexión con Dios*
* Nuestra confianza en nosotros mismos *
* Nuestro conocimiento de ser merecedores por igual ante los ojos de Dios.*
* Paz en la Tierra*
Dios siempre nos está acercando a Él.
Dios dijo:
Del Océano surgieron. Salieron del Mar. Eran ustedes una visión hermosa a medida que daban pasos fuera del agua hacia la tierra. No llegaron en paracaídas. ¡Fue algo valeroso el venir a la Tierra! Estaba predicho. Dieron pasos firmes desde el Mar hacia la Tierra. Entonces pisaron tierra firme. El sol los secó y les dio calor.
Ustedes hicieron muchos descubrimientos. Descubrieron la arena, hundieron los dedos de sus pies en ella. Escribieron con unas varas sobre ella. Se sumergieron en el Océano y la arena se aferró a sus pies.
Ustedes son pioneros de la vida. Pisaron territorio inexplorado. Aprendieron a bailar. Saltaron, brincaron. Y, así, sus piernas los elevaron y su alma llegó para guiarlos y los descubrió descubriendo la vida en la Tierra. La vida en la Tierra era una alondra.
Y luego fueron atacados con granizo y ustedes no comprendieron. Ustedes entendían lo que era la lluvia, pero no el granizo, el cual parecía derribarlos al piso.
Ustedes inventaron la tristeza y los conflictos, como si la vida en la Tierra tuviera que ver con la lucha, y así sucesivamente. Ustedes lucharon consigo mismos durante un tiempo incalculable. Hicieron del conflicto un negocio. Construyeron obstáculos en la arena. Estos eran imaginarios. Tomaron control de su vida, como si tuvieran mucho más poder que ustedes.
La lucha los abrumó. Se convirtieron en pez fuera del agua. Jadeaban en la Tierra. Ustedes sabían que esta no era la forma que se suponía era la vida en la Tierra y, sin embargo, pensaron que así era, y se pusieron a trabajar y construyeron el dolor y creyeron en la muerte. Su alma les acompañaba y, sin embargo, sabía mejor.
Ustedes naufragaron en la arena y en la nieve, y “progreso” fue su palabra de moda. No sabían de lo que estaban hablando. Sus dientes rechinaban. Le dieron la espalda al sol. Ustedes se esforzaron.
Su alma continuó golpeándolos en la frente y, aun así, no había nadie que respondiera.
Se aventuraron en los bordes de los acantilados que ustedes habían inventado, pues la vida en la Tierra no estaba hecha de afilados bordes, excepto como ustedes los concibieron. No había acantilados de los cuales caer. Ustedes conocieron la tragedia y el dolor de pies.
Su alma se aferró fuertemente, envolviéndolos con sus brazos; les cantó y susurró Mi nombre. Ustedes se alejaron como si no hubiera alma alguna, como si la personalidad fuera suprema. Bailaron con el ego y tropezaron. El ego se convirtió en rizos y mechones sobre su cabeza e inventaron el maquillaje y todo tipo de cosas que colocaron sobre ustedes y se convencieron a sí mismos que eso era cierto. Reemplazaron lo verdadero por lo falso y se sintieron satisfechos con su conocimiento. En la ignorancia, ustedes se reconocieron a sí mismos. Jugaron con los dedos de sus pies. Se divertían. Se inventaron a sí mismos una y otra vez después de largas discusiones.
Las largas discusiones se convirtieron en los brazos de las leyes hechas por el hombre, y ustedes firmaron con su nombre sobre la línea punteada. Surgieron los cazadores de recompensas. Ellos cazaban a quienes desaparecían. Los niños jugaban al corre que te pillo. Era simbólico. Los niños aún sabían cómo divertirse. Crecieron y se olvidaron.
Se manipuló el romance. Se volvió un negocio. El amor se vendía en frascos de perfume y aros de pulseras. Los sueños se empequeñecieron y exigían un precio alto. Los negocios se convirtieron en otro nombre para la vida y los medios de vida se alimentaban de la roca.
Ahora, el amanecer sustituye los rizos del ego en su cabeza. Hacen a un lado su cabello. Dieron un tijeretazo al ego. Cae en pedazos a sus pies y el amor crece en tierra fértil. Su alma ha vuelto a sí misma. Ustedes sospechan de su existencia. Esperan seguirla. Buscan en el interior y ahí está. Y aquí están ustedes.
Traducción: Lourdes Méndez