Acercando la Tierra más al Cielo
12 de Mayo, 2011
El CIELO está aquí para alcanzar a cada alma en la Tierra con el propósito de despertar:
* Nuestra conexión con Dios*
* Nuestra confianza en nosotros mismos *
* Nuestro conocimiento de ser merecedores por igual ante los ojos de Dios.*
* Paz en la Tierra*
Dios siempre nos está acercando a Él.
Dios dijo:
Yo soy capaz de susurrarles porque ustedes están muy cerca de Mí. Ustedes están tan cerca de lo más cerca que pueden estar. Ustedes están tan cerca como Mis labios y yo estoy tan cerca como sus oídos. En verdad, Nosotros estamos aún más cerca.
Yo no tengo que gritar y levantar la voz. Ni siquiera tengo que susurrar. Estamos tan cerca que ustedes pueden leer Mi mente. Lo que ustedes leen en realidad es Mi amor. Mi amor los baña. Quiero decir: “Vengan, sumérjanse en Mi amor”.
Esta es la forma en la que ustedes despiertan. Inmersos, superados por Mi amor, ustedes emergen. Sin duda, ustedes salen victoriosos.
Por supuesto, ya que ustedes cabalgan en Mi amor, no tienen por qué salir victoriosos. Cabalgar en Mi amor es la victoria. ¿Qué es más grande? ¿Ser exitoso en el mundo? Tonterías. El éxito en el mundo es agradable. El amor es mejor. Cuando practiquen surf, monten en la tabla de Mi amor. En el verdadero sentido, ustedes nunca caerán. En el sentido del mundo, ustedes pueden caer. Pueden caer una y otra vez. ¿Qué les preocupa? Están montando en Mi amor. Levántense en Mi amor o caigan en él, ¿cuál es la diferencia? ¿A quién le importa en realidad? Es lo mismo.
Estamos unidos. Somos libres y, sin embargo, Estamos unidos. Nos une un vínculo indeleble. Esta es su seguridad, amados. Esta es la única seguridad. El mundo relativo, tan maravilloso como es, no es confiable. El mundo existente no lo es todo. Sin duda, no es toda su historia. Ustedes están en el centro de su historia. Su historia no es la historia completa en absoluto. Su historia tiene idas y vueltas. En su historia hay muchos niveles. Podemos llamarlos pisos. Hay varios pisos y ningún techo. Su historia está en proceso. No hay duda de que sube cada vez más. Ustedes están llegando a las estrellas. Ustedes ya llegaron a Mí. Yo los sostengo en Mis manos y, sin embargo, ustedes siguen intentando escurrirse. Sencillamente no saben dónde están. No saben en los brazos de Quién están, en el corazón de Quién descansan y, entonces, se inquietan.
Ustedes lloran una y otra vez. Ni siquiera saben por qué lo hacen. Lloran porque lloran. ¡No hay razón para hacerlo!
Le lloran a la vida y a la muerte. Le lloran al amor y al amor perdido. Ustedes creen que el amor se resume en una persona, ustedes y alguien más, o varios más. El amor, que es continuo, no se puede resumir. Tan pronto como ustedes tratan de determinarlo, éste ha crecido. El amor tiene una forma de hacerlo.
El humo se eleva. El amor se eleva. El humo se desvanece. El amor se mantiene solvente. El amor, como un estandarte, se pliega y se despliega; sin embargo, el amor en sí es una constante. Yo no vacilo en Mi amor. Dejen ser al amor, amados buscadores. No busquen nada más que a Mí. Si no desean buscarme por Mi causa, entonces búsquenme por su propia causa. En este sentido, sean egoístas. Estén resueltos a buscarme y Me hallarán. ¡Ustedes Me hallarán en su corazón! El mirlo de la felicidad canta en su propio patio trasero.
Yo soy el tesoro que ustedes llevan en su interior.
Yo les dejé mendrugos para que sigan el camino y ahora ustedes los encuentran. Y ahora los siguen justo hasta Mi puerta, sólo que Yo no tengo puertas. No hay puertas. Tengo un abrazo de par en par. Yo no les pongo ningún obstáculo. ¿Entonces quién lo hace?
No hay nadie más que Yo, que quiere ser encontrado. “Encuéntrenme. Encuéntrenme”, ese es Mi llamado.
Traducción: Lourdes Méndez