Acercando la Tierra más al Cielo
26 de Abril, 2011
Traducción: Lourdes Méndez
El CIELO está aquí para alcanzar a cada alma en la Tierra con el propósito de despertar:
* Nuestra conexión con Dios*
* Nuestra confianza en nosotros mismos *
* Nuestro conocimiento de ser merecedores por igual ante los ojos de Dios.*
* Paz en la Tierra*
Dios siempre nos está acercando a Él.
Dios dijo:
Es una buena idea escuchar a Dios. Ustedes quieren que Dios les escuche. Cuando ustedes no pueden escuchar, cuando tienen la idea predeterminada de lo que Dios debe hacer por ustedes, han abierto su boca y cerrado sus oídos. Todavía buscan pruebas de amor. Entonces sean el amor que están buscando. Ustedes buscan aceptación. En ese caso, acepten.
Ustedes quieren que Dios entienda. Dios quiere que ustedes entiendan.
Ustedes no pueden imponer su voluntad sobre Dios. Ciertamente, es comprensible, ustedes desean lo que desean. Desear es una cosa, insistir en que Dios haga lo que ustedes desean es otra.
Dios quiere que ustedes asuman su responsabilidad. Ustedes quieren que Dios sea responsable. Ustedes quieren tener la razón y que Dios esté equivocado. Ustedes quieren ser todopoderosos y dar un sermón a Dios sobre la sabiduría de sus costumbres.
Yo hablo de Mí en tercera persona porque no quiero que piensen que tomo las cosas de manera personal. Esta no es una cuestión de resentimiento de Mi parte. Es una cuestión de su incapacidad de escuchar y avanzar. Si ustedes han derramado leche, no se queden ahí exigiendo que Yo la limpie. Si han tropezado, no se queden ahí exigiendo que Yo los levante. No se queden ahí, con las manos sobre su cadera, insistiendo en que Yo haga su voluntad. No se queden ahí, insistiendo en que si Yo soy un Dios bueno, debo hacer lo que ustedes dicen. No se queden ahí, diciéndome a Mí lo que debería hacer. Si ustedes saben mejor que Yo, entonces son capaces de arreglar su situación. Su situación es que ustedes han tomado una decisión de lo que Yo debo hacer y no pueden escuchar lo que Yo les digo. No están dispuestos a escuchar. Ustedes cubren sus oídos.
Con frecuencia les digo que se entreguen a su propia Grandeza. La grandeza lleva consigo humildad. Entreguen su ego. Caminen Conmigo. No Me presionen. No empujen. ¿Es necesario que se engañen a sí mismos en saber mejor que Yo?
¿Acaso es demasiado el que ustedes asuman su responsabilidad? El asumir su responsabilidad no significa que ustedes acepten el papel del malo. No estamos hablando de lo correcto o incorrecto. Estamos hablando acerca de lo que ustedes pueden hacer. Lo primero que pueden hacer es escuchar. Derriben las barreras que les impiden escuchar. Ustedes son como Jhonny Una Nota. Tocan el mismo acorde una y otra vez. Quieren dirigir la orquesta. Ustedes colocan el balón en Mi cancha, como si fueran ustedes el árbitro. A veces Yo creo que ustedes quieren Ser mi entrenador.
Por supuesto, ustedes quieren lo que quieren. Son un ser humano y los seres humanos quieren lo que quieren. Sin embargo, pareciera que ustedes están colocando el carro delante del caballo.
Amados, ustedes no pueden entrenarme a Mí. No pueden darme órdenes. No pueden mostrarme el error en Mis costumbres.
Ustedes pudieron haber tenido que tomar decisiones difíciles y, sin embargo, son sus decisiones a tomar. Eso no les da derecho a arrojarme sus patatas calientes para que Yo las atrape.
Ustedes tienen decisiones qué tomar que les pertenecen a ustedes. Ustedes tienen que ceder. Cambien un hilo en la tela que ustedes tejen y cambiará el patrón completo de su vida. Niéguense obstinadamente y ¿en dónde están? Justo donde ustedes comenzaron. Los cambios son para que ustedes los hagan. Les corresponde a ustedes hacerlos. Ustedes no pueden simplemente permanecer sentados, quejándose o esperando a que caiga el otro zapato. Ustedes están al bate. Es tu turno hacer la diferencia. Ustedes pueden hacerlo.
Traducción: Lourdes Méndez