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Heaven #2277 - UN VIAJE EN CARRETERA - Febrero 18, 2007

Carta del Cielo #2277 - Un viaje en carretera - Febrero 18, 2007

Dios Dijo:

La vida quiere gustarte. Justo como tú, quiere ser gustada. Quiere aprecio. Quiere ser favorecida y tratado como un huésped auspicioso. ¿No es la vida tu huésped, tanto como tú lo eres de ella? Ustedes dos son huéspedes, y ustedes dos son anfitriones. Sus roles son intercambiables. Ciertamente, la vida se ofrece a ti, y te ofrece muchas opciones como en bandeja. ¿Y qué es lo que tú le ofreces a la vida?

Puedes empezar con cooperación y participación. Esta es una gran obra de arte que tú y la vida están creando. Talvez tú colaborarás con la vida. Talvez no harás tanto alboroto respecto a ella, ser quejumbroso respecto a ella. En vez de pensar “quisiera que la vida no hiciera eso”, talvez pensarás:

“Qué emoción es la vida. ¡Mira lo que ha hecho ahora! ¡Qué sorpresa! Pero voy a aceptar los regalos de la vida amigablemente. No tengo que resistir lo que la vida ofrece. Puedo continuar y ver que ocurre a continuación. La vida y yo podemos ser amigos, buenos compañeros. Después de todo, estamos juntos, y vamos a estar juntos por un buen rato. Es como si estuviéramos acampando juntos.

Jugamos nuestra suerte, y ahora somos amigos aquí, acampando día y noche, yendo a excursiones, pasando un tiempo entretenido juntos. Si la vida ha dejado que el fuego disminuya, yo puedo avivarlo. Yo puedo ayudar a la vida. Los dos podemos llevar nuestro propio peso”.
“Cuando la vida deje caer la pelota, yo puedo levantarla. Cuando la vida se rompa en pedazos, yo puedo levantarlos. La vida ha sido más imparcial de lo que yo he sido. Yo he sido emocional, mientras la vida encoje sus hombros, pone sus manos en sus bolsillos y empieza a seguirme el juego, empujándome con él.”

“Sí, la vida y yo vamos en un viaje por carretera. De hecho, puedo decir que la vida es el carro que yo alquilé. Yo la manejo y me lleva donde yo quiero ir. De vez en cuando, se queda sin gasolina, o pincha una llanta. Entonces, soy llamado para hacerla continuar de nuevo. ¡Cuánto dependemos la vida y yo uno del otro. Sí, puedes decir que somos co-dependientes. Seguramente no somos oponentes. Seguramente fuimos hechos para ser amigos.

Así que, me subo al carro de la vida una y otra vez. Algunas veces vamos sobre terreno suave, y a veces es duro, y aún así, este sorprendente carro y yo vamos arriba y debajo de los cerros. A veces, abrimos el techo y decididamente disfrutamos la brisa. A veces, paramos y vemos alguna impresionante vista del universo”.

“Algunas veces, pongo el carro en el garage, porque he estado queriendo alejarme de los viajes por un rato. Pero mañana, con gusto me vuelvo a subir, y le pregunto a dónde quiere llevarme. No me importan las sorpresas. Yo sé lo que la vida y yo somos cada uno para el otro. Somos compañeros. Hemos estado juntos por mucho tiempo y todavía estamos en nuestro camino.

“En algunas formas, hemos llegado a ser como un viejo matrimonio, y somos muy cariñosos uno con el otro. Comprendemos las sensibilidades de cada uno. Comprendemos muy bien. Nos comprendemos mutuamente, y yo he llegado a comprenderme a mí mismo. La vida nunca se molestó mucho por sí misma. La vida se toma a sí misma tal y como viene, y yo estoy aprendiendo una y otra vez a hacer eso también. La vida y yo hicimos un pactamos hace mucho tiempo que, venga lo que venga, nos llevaríamos muy bien, así que eso hacemos.

Traducción: Margarita