ENFRENTANDO A LA IRA – 3 de septiembre de 2007
Heavenletters™ Nº 2474: Acercando la Tierra más al Cielo

Traducción: Anita Manasse
estrellam [at] sion [dot] com

El CIELO se encuentra aquí para alcanzar a cada alma para volver a despertar.
* Nuestra conexión con Dios*
* Nuestra creencia en nosotros mismos *
* Nuestra consciencia de nuestra valía compartida con Dios*
* Paz en la Tierra*
* Dios siempre nos está acercando a Él.

DIOS DIJO:
Puede haber mayor o menor intensidad de ira, sin embargo ira es ira. Algo hace que su sangre hierva. A pesar de que ustedes bien saben que la ira no vale su sal, ustedes aún la siguen teniendo. En el primer momento es trastorno, y luego el trastorno muestra sus dientes y se convierte directamente en ira. Las probabilidades son que la ira parece haber sido provocada por una relación, algún tipo de barrera en la comunicación humana. Ustedes sienten que no se los está escuchando. Ya sea que la causa aparente es un representante insensible del servicio al cliente, su esposa, un empleado, un bloqueo en el tráfico, una burocracia obtusa, ustedes se sienten obstaculizados, como si estuviesen enfrentando a una pared de piedra. No saben cómo hacerse escuchar. En esos momentos, ustedes se olvidan de si mismo amados.
Ya sea que simplemente sientan el arremolinarse de la ira en su fisiología, o que aprietan sus dedos y aprietan los puños y se mantienen en silencio, o que explotan, el daño está hecho. No hay ira sin daño. Enganchado o dejado suelto, su sensación de ira ha salido hacia el entorno. Un mensaje ha sido enviado. Es un mensaje que dice que la guerra está justificada. No importa si es una guerra solamente entre usted y un otro individuo – aún sigue siendo guerra.
Ustedes pueden pensar que hay una causa justificada para su ira pura. La causa última es que no se aman lo suficiente a sí mismos. La situación se convierte en un caso federal, porque no se le está escuchando, y, por consiguiente, de acuerdo a su propia interpretación, no se lo está valorando. Porque no se valoran aún a sí mismos, no han aprendido a encogerse de hombros y de apagar el fuego de la ira. Háblense a sí mismos de una manera diferente antes de que el enfado comience. Dense a sí mismos razones para no ser poseídos por la ira en lugar de toda la justificación para la ira...
Naturalmente, ustedes no quisieron sentir ira. Nunca lo quisieron.
Cuando sienten amor y amados, ustedes piensan que alguien los indujo a sentir amor. Alguien o alguien mezcló el amor que ha es suyo. De la misma forma es con la ira. La ira ya estaba en su interior esperando salir explotando, mis amados. Ustedes son la fuente de su propia ira.
La ira tiene que ver con el control. La ira los agarra por la garganta y hace salir la bestia en ustedes. He dicho bestia no lo mejor (N.d.T. beast = bestia, best = lo mejor, es un juego de palabras). Se convierten en un arrogante dueño de la vida porque no conocen al poder verdadero, y se sienten indefensos, y se sienten enojados.
No piensen que estoy simplificando demasiado. Si ustedes se amasen lo suficiente, no sentirían la necesidad de reaccionar.
Yo sé que hay mucho de lo que se dice en el mundo de cómo expresar la ira. Pero aquí está el truco:
No importa cuán persona simpática usted sea, no importa cuál es su forma de operar normal, cuando se enoja, ustedes comienzan a operar en forma amedrentadora. Ustedes se sienten forzados a controlar. Ustedes harán que algo suceda. Ustedes hará que las cosas cambien. Se hacen egoístas, y es así que gritan. En una forma u otra, y ustedes quieren pegarle a lo que les parece ser la causa de su ira. El amedrentar nunca fue honroso, amados. El decir lo que siente es una cosa, el amedrentar es otra. La ira no les da el derecho de amedrentar a otro ser humano.
Cuando sienten que se están enojando y que están justificados en su ira, paren justo ahí. Digan, “Whoa”.
Cuando la ira los abruma, traten de deshacerse de ella de forma que no le duela a ustedes u a otro. Claven clavos, corran dos millas, jueguen pelota a la paleta. Escriban una carta obscena, si lo necesitan, y luego rómpanla. Encuentren una forma que les sirve a ustedes. Tengan un plan para cuando se ponen iracundos. Saquen la ira de su sistema con la mayor rapidez posible, sin desquitar su ira con aquellos que lo rodean.
No necesitan descargar su ira. Ustedes tienen que liberarse de la misma.
Nunca es correcto que ustedes griten o le vociferen a alguien. Si, por supuesto, ustedes se besarán y volverán a hacer las paces. Besen y hagan las paces ahora, y dejen de lado el vociferío.

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Gloria Wendroff, Godwriter
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