LA PURA VERDAD – 11 de mayo de 2007
Heavenletters™ Nº 2359: Acercando la Tierra más al Cielo

Traducción: María-luz Martín
lzmartin [at] hotmail [dot] com
Edición: Anita Manasse
estrellam [at] sion [dot] com

El CIELO se encuentra aquí para alcanzar a cada alma para volver a despertar.
* Nuestra conexión con Dios*
* Nuestra creencia en nosotros mismos *
* Nuestra consciencia de nuestra valía compartida con Dios*
* Paz en la Tierra*
* Dios siempre nos está acercando a Él.

DIOS DIJO:
En la vida, sean honestos. No finjan. Sean honestos con ustedes mismos, y sean honestos con los demás.
Dejen que toda pretensión se vaya volando. Sean sencillos. La autenticidad a todos los niveles es muy poderosa. Averigüen lo que verdaderamente sienten, y después se expandirán. Eviten la verdad y se tambalearán. Si no proceden basándose en la verdad, estarán de pié en una cornisa resbaladiza.
No piensen por un minuto que ser honesto da licencia para ser desconsiderado. Ser honesto no es lo mismo que ser brusco. Ni tampoco cuestionen todas las situaciones y se vuelvan políticos diciendo lo que se imaginan fuese lo deseable en vez de lo que es verdad para ustedes. Es mejor permanecer alejados de evasivas y astucias.
Siempre sean amables y siempre digan la verdad. En primer lugar, descubran su verdad. Averi-güen y reflexionen lo que ustedes sientan que es valioso para ustedes. Piensen en lo que está bien o mal; que es mejor y que es peor; que les gusta a los demás y que no les gusta; y que probabilidades podría haber – estas no sirven tan bien.
La verdad siempre se conoce, amados. Pudiera no ser considerada, pero es conocida.
Es increíblemente sencilla esta manera de decir la verdad. Hace que desaparezca el proceso de la toma de decisiones. Les deja compitiendo a un mismo nivel. No tienen idea de cuanto pesa la carga que llevan encima al ser mentirosos. Es muy escabroso, amados. Es como caminar por campo de minas.
¿Qué es unidad, amados, sino ser sinceros? Cuando las personas forman lazos de unión tras un terremoto, por ejemplo, ¿qué han hecho sino ser honestos? Ellos han prescindido de toda trivialidad. No se disfrazan ya más de ilusión confeccionada. ¿De todas formas, de que servía la mascarada?
Ustedes siempre aman la honestidad cuando la ven. Se fijan verdaderamente en ella porque les ha estado faltando demasiado a menudo. A veces, necesitan una doble dosis.
Toda vida relativa es superficial, pero sin embargo, dentro de esa superficie existen diferentes niveles de superficialidad. Es como un vestido. Está el vestido básico y luego están los volantes y los fruncidos los abalorios y los perifollos. Y sin embargo, está el vestido básico.
Cuando construyen una estantería, ustedes no intentan defraudarse a ustedes mismos. Ustedes no pretenden que los estantes tengan una pulgada de espesor cuando tienen ¾ de pulgada de espesor. No pretenden haber clavado un clavo. No dejan un clavo sin clavar y dicen que lo han hecho, o dicen que el estante es resistente sin haber clavado el clavo. No dicen que algo está suficientemente bien hasta que lo está de verdad. Cuando construyen una estantería son honestos. Saben que no hay beneficio extra por construir una estantería sin ser honesto.
Cuando construyen una estantería no se precipitan. No son imprudentes. No es lo mismo veracidad que temeridad. Porque dejan escapar algo impulsivamente de sus labios no significa que sea verdad. Espontaneidad y temeridad no son lo mismo. La espontaneidad sale de la verdad; se disfruta de ella. La temeridad es como haber sido acometido a la fuerza en una estampida; no se disfruta con ello.
¿Qué les hace temer ser sinceros? ¿Piensan quizás que la verdad es una dura verdad? ¿Qué no les gustará lo que ven? No puede ser que prefieran la no-verdad, ¿cierto…? ¿Cómo es posible que piensen que la no-verdad es mejor que la verdad?
No ser honesto es intentar estafar, amados. ¿De que vale un A si no tiene sentido? ¿Qué beneficio se obtiene de las ganancias conseguidas con maldad? La verdad les hace fuertes, amados. Denle una oportunidad a la sinceridad hoy. Observen lo bien que se sienten. Qué alivio es hablar y vivir pura verdad.

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