Published on: May 22, 2018

Dios dijo:

Amado, desde un corazón a otro, el amor ha tomado vuelo. Silenciosamente encomendado, el amor es trasmitido, como si se agitara en la brisa. El amor es reclamado, y el amor se intercambia, recién brotado sea como fuese – amor agitándose, amor sucediendo, amor recurrente como si fuese nuevo, recién distribuido desde el Cielo, como si el amor fuese algo nuevo cuando el amor siempre ha sido recién encomendado como el Sol de cada día.

Algo deseado, algo garantizado, como si el amor fuese nuevo cuando el amor ha sido siempre. El hermoso amor es dispersado y aparece y reaparece como el rocío en el capullo, como el amor estallando en canción, como si el amor naciese desde los Altos Cielos, lo cual lo hace. El amor extendiéndose a sí mismo todo el día una y otra vez, un coro de amor nacido del Cielo tan ligero como el aire, de una fuente conocida no obstante una sorpresa, un regalo diario desde lo Alto. Ciertamente esto es luz solar diaria derramándose sobre el mundo, destinada para todos, destinada a ser la abundancia de la Tierra como en el Cielo.

El amor es el Pregonero del Pueblo. Un barco se prepara a navegar, y el clamor es: “Todos abordo’’

Qué hermoso amanecer es el amor al alcanzarte y emanar de dónde pareces no saber, no obstante el amor es y el amor nunca no es. El amor es el estado real del mundo, y el amor está aquí y ahora. El amor le da brío a tu andar.

El amor es como la esencia de un jacinto anunciando la primavera, llenando el corazón, la esencia del amor impregnando el mundo. Santo, santo es el amor mientras entra en tu corazón y rellena el Universo que es tu corazón y ocupa y capitanea como si el amor siempre fuese desconocido, cuando, Amado, el amor es todo lo que se conoce. El amor se anticipa, y el amor es siempre nuevo y no sorprende.

El amor es la escalera al Cielo. No hay que escalar. Sólo existe el Ser, y tú estás Siendo, todo el amor en el mundo. Tú no eres nuevo en el amor, ya que estás impregnado de amor, amor en cada respiro, amor en cada pétalo, amor arrojado a los corazones de todos en un latido.

Hecho de amor, amor eres tú. Un corazón late y engloba el mundo. El amor responde a cada corazón. El amor no se captura. El amor llega y se dispersa a sí mismo. El amor es siempre nuevo mientras el amor responde su propio llamado. El amor siempre está en temporada, en el valle y en la cima de la montaña, y el amor es la cima de la mañana para ti.

El amor recurre, y el amor es recordado. El amor brilla como el amor. No hay ausencia de Luz Solar, y no hay ausencia de amor, sólo presencia de amor, el desbordamiento del amor, amor derramándose en todas partes, y amor que abre sus ojos brillantes en todas partes. ¿De qué más hay que hablar si no de amor mientras late en las cámaras de tu corazón y en cada célula de tu Ser que existe y en cada soplo de diente de león que se lleva el aire para reabastecerse a sí mismo? Júbilo para el mundo es el amor. No hay otra dicha comparable. Vida y amor son este amor plantado en el Jardín del Edén y el cual reabasteces con tu propio Ser. El amor no se promulga, Amado. El amor es, y tú eres un portador de amor mientras el amor danza en tu corazón para que todo el mundo lo respire y exhale como un bálsamo para el mundo, como Maná del Cielo, gratis para todos y para Mi deleite.

Y pensar que el amor existe y que sólo el amor existe, que no hay nada excepto amor – qué maravilla. Tú eres mi transportador de amor, y no hay principio o fin del amor. Así es como Yo hice el mundo lleno de amor contigo, amor sembrado con Mi amor gloriosamente intacto contigo. Amor, Nuestra Santidad.