Dios dijo:

Es posible que te hayas estado incubando durante un tiempo, y ahora es el momento de seguir adelante. Este día está aquí para seguir adelante. Hoy es el momento de subir a tu caballo y partir. AHORA en el presente, no más en algún momento del futuro.

Ya no tienes que esperar algún día, porque algún día es ahora, este minuto, ahora mismo, no en un minuto, no después, no todavía. Ya no debes, ni por un minuto, perder el tiempo. Continúa con tu quehacer ahora, en este minuto. Te has demorado lo suficiente. Enciende el fósforo ahora.

A todos los efectos, ahora, suena la campana de inicio. Esto no es apresurarse cuando has estado reflexionando tanto tiempo. Entra en acción. Hazlo o no lo hagas. Monta hoy en tu caballo antes de que tu caballo te arrastre tras de sí. No guardes nada para más tarde, porque luego se convierte en una carga pesada y te arrastra hacia abajo. No digas que lo harás. Hazlo. Da un salto y hazlo.

O haces que la vida entre en acción, o la retienes. No debe haber ninguna acción bloqueada durante mucho tiempo. La acción es, o no es. Si dices que vas a hornear un pastel, hazlo en el momento del impulso. Junta los ingredientes y remuévelos. Luego pones el pastel en el horno. No debates sobre hornear el pastel. No debates sobre cuando sacar el pastel. El tiempo es ahora. El momento es ahora, es decir, si realmente quieres hornear el pastel y tenerlo a tiempo para la cena.

Un nuevo lema: no puedes comer un pastel que no has horneado.

Ten por seguro que no te estoy diciendo que seas imprudente. Estoy diciendo que si algo debe hacerse, tú eres el que debe hacerlo, y ahora es el momento. Sabes que no te estoy diciendo que vayas a la carrera. Estoy sugiriendo que te ocupes. No eres una nube esponjosa que flota en el cielo azul y toma demasiado tiempo antes de comenzar.

Enciende el horno. Y si el pastel tiene que hornearse durante veinte minutos, hornealo durante veinte minutos e inserta un palillo de dientes en el pastel. Si el palillo sale limpiamente sin migajas adheridas, saca el pastel del horno para que se enfríe! No enfrias el pastel antes de hornearlo. Ponte en marcha.

Hay un buen propósito al pensar en lo que debes hacer, sin embargo suficiente pensamiento es suficiente. Puedes pensar hasta el agotamiento. Esto no quiere decir que eres un hombre perezoso. Esto quiere decir que a veces das demasiadas vueltas y pierdes la luz del día. Enciende el fuego. Un pastel no se horneará hasta que enciendas el horno.

La masa para pasteles no puede saltar al molde por sí misma. El molde para pasteles no puede entrar en el horno sin que le des una mano.

Una vez que el pastel esté horneado, no te demores en probarlo. En efecto, es un hecho que es posible que no puedas esperar los diez minutos asignados para que el pastel se enfríe antes de probarlo.

Lo que sea que estés haciendo, sube a tu caballo ahora. No horneas un pastel más tiempo de lo que se le ha asignado a menos que seas olvidadizo. No demores en poner el pastel en el horno. Por el amor de Dios, manos a la obra. No dejes nada pendiente. Percátate de tus intenciones. Si depende de ti realizar una acción, házla.

No tengas más tácticas dilatorias bajo la manga. Tienes demasiadas es lo que Yo estoy diciendo. Muestra, no digas. Muestra. No está bien mantener la vida en suspenso. Cuando llegue el momento, haz la acción, en ese momento. Todas las razones en el mundo no deberían ser excusas. Si te dices a ti mismo que vas a hacer algo, entonces bien, levántate y hazlo. Sí, te estoy hablando a ti, Amado ...

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