Dios dijo:

Amados, acérquense a Mí. Sepárense de algunas cosas pero no de Mí, oh, no, queridos, no, no, no, no de Mí. Quédense Conmigo, cerca de Mí.

Deja de lado ser consumido por las elecciones pasadas que hayas hecho. No continúes manteniendo decisiones que hayas tomado y lamentes. ¿Debes tomar tus decisiones en el mundo de manera tan a pecho? No te envuelvas a ti mismo en lamentos.

Ayuda a los demás. Ayuda a los demás mucho, pero no te angusties indebidamente en el proceso.

Cuando concibes muchos peligros, es fácil huir de la osadía de ayudar a tu vecino. En el mundo, como lo conoces, hay muchas ocasiones para el peligro. Es fácil engalanarte con el ideal de servirte a ti y a los tuyos antes que a los demás como un hecho de la Vida. Es fácil pensar esto. Es fácil de hecho.

A menudo esta forma de pensar puede ser una salida para ti, pues te ves a ti mismo como obligado en todo momento a defenderte: "Obviamente, mi familia tiene que ser lo primero ante todo. Esto es evidente ".

Sin embargo, grandes héroes en el mundo han elegido lo Más Alto. Sí, puede ser prudente tomar riesgos en nombre de otros. No veo el egoísmo como una virtud. Con todo esto dicho, están aquellos de ustedes, Mis Hijos, que simplemente no pueden llegar tan lejos como tú -- y Yo -- podrías desear que lo hicieran. En el proceso, si te arruinas a ti mismo, no prestas servicio a nadie. Ese es el puntapié.

Oh, hay una línea tan fina. Cuando estás más allá de tu resistencia con tus propias dificultades y eres incapaz de sobrellevar las dificultades de los demás, es posible que simplemente no puedas arreglártelas. Simplemente no puedes, no importa qué, ir más allá de tu resistencia. Es lo mismo que a veces es cuando no tienes la constitución para levantar 100 kilos. La tarea simplemente está más allá de ti en este momento.

Si, al esforzarte en ser un héroe, te vuelves histérico y te sobrecogen los temores que van más allá de tus cálculos, ¿a quién vas a ayudar de todos modos?

Por otro lado, puede haber momentos en los que seas más fuerte de lo que imaginas, momentos en los que te sorprendas de lo que eres realmente capaz y te encuentres navegando con gran éxito.

Tengan en cuenta, queridos, que no tienen que demostrar nada a nadie ni a ustedes mismos. No estás aquí en la Tierra para demostrarte cosas a ti mismo. No tienes que tomar retos. Otros también pueden no haber sabido hasta este momento qué decisiones podían tomar libremente por sí mismos. Alguna vez pudieron haber sido incapaces de hacerlo. ¿Quién puede tomar decisiones que, hasta ahora, ha sido incapaz de tomar?

Aquellos a quienes ves sacrificando están haciendo lo que nace dentro de ellos para hacer -- o, podría decirse, surgió una elección y los escogió.

Nadie está obligado a vivir con la culpa del pasado. La culpa del pasado-- debes dejarla ir.

No acumules culpa y te castigues a ti mismo. Sin duda, la culpa no es el propósito de tu Vida en la Tierra. La culpa no es un propósito que lanzaría sobre ti o sobre nadie, porque todos ustedes, cada uno de ustedes, son Mis Queridos. Deja que esta pesadez de culpa por lo que no pudiste reunir se vaya. Deja ir la culpa. Perdónate a ti mismo. Sal del pasado cuando el pasado alberga la culpa. Debes hacerlo.

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