Heavenletter #6036 Published on: June 4, 2017

God said:

Yo te escucho. Yo siempre te he visto y escuchado. Un día Yo te escuche cantar:

“Buenos días Oh Dios, Yo estoy en Tu Presencia, a Tu Servicio. En Tu Corazón. Yo Soy Tu Provenza y Tu Felicidad. Imagina, que esto podría ser. Tú nos dices que nosotros, Tus Hijos, somos Tu Felicidad. Me encantaría ser Tu Felicidad. Qué cosa tan maravillosa y buena onda sería eso. No se si Yo pueda contener tanta alegría. Temo que estallaría.

“Yo recobro mi compostura en la Tierra. Dios, por favor permite que mis acciones sean guiadas por Tu Gracia. Gracias por Tu Amistad, Gracias por permitirme entrar en Tu Corazón. Gracias por mi Existencia.

"Dios, el que Tú me mires y me pongas atención, y que, desde mi percepción, Tu soportes mis formas, Amado Dios — Tú eres Mi bendición y muy necesario y muy bienvenido a quedarte en mi corazón.

“Para mi ahora, Yo no creo que Yo pueda existir sin Tu Desbordante Fluir en mi Vida. Yo estaría perdido sin Ti, Mi Dios. La Tierra sería una isla desierta sin Ti. La Vida sería inhóspita sin mi consciencia de Tu Presencia. Yo soy feliz al declararte a Ti como Mi Dios y reconocer Tu Presencia en mi Vida.

“Yo viví mucho tiempo sin estar Consciente de Ti. Yo conozco la diferencia, Dios. Yo nunca quiero saber cómo es el estar sin Ti aunque sea una vez más. Tù llegaste espontáneamente a mi. Una sed de Conocerte surgió del desierto, y después Yo supe que Tú estabas aquí conmigo. Yo llegue a saber que Tú siempre estuviste aquí conmigo en todo momento.

“Tu eres el Dios Único de Todos. Tú sólo puedes ser el Dios de Todos o no Serías de nadie, ahora bien Yo entiendo que Tú nos digas que Todos Nosotros somos Uno. Por lo tanto, Somos la Unidad.

“Cómo sería la Vida cuándo todos nosotros en la Tierra pudiéramos todos conocer Nuestra Unidad como Uno Contigo, no que Yo lo sepa totalmente. Pero si los seres humanos pudiéramos, la Vida cambiaría los engranajes, ¿no es así? Viviríamos en el Alto Octanaje ¿o no lo haríamos? ¡Entonces todos nosotros podremos realizar Grandes Maravillas!

“Me encantaría lograr maravillas en Tu Honor, Dios. Y sin embargo Yo también estoy consciente de la tensión del ego que corre a través de mi. Yo confieso que Me encantaría brincar de alegría y proclamar:

”’¡Lo Logré! ¡Lo logré! ¿Lo ves? ¡Sin manos!’’’

Ahora, Querido Hijo Mío, tu hablas por todos. Todos desearían ser aclamados, y, aún así, Yo también sé que, en servicio a Mi, cuando llega el momento, no te importaría para nada quién recibe los elogios. En Verdad, tu Vida en la Tierra no es realmente acerca de elogios. Es acerca de dar. Tú obsequiarías todo el clamor a quien sea en la calle. En Verdad, es a Mí, Dios, a Quien aclamas. ¿Acerca de qué era todo ese discurso sino de alabanza a Dios?

Existe La Unidad. En La Unidad, no hay nadie a quién aclamar. El aclamar no tiene importancia. Es el Amor lo que es alabado. Si La Unidad no existiera, entonces Nosotros reconoceríamos el grupo. En vez de grupo, existe La Unidad. Existe un Gran Reconocimiento en La Unidad, un Mayor Reconocimiento, el Más Grande Reconocimiento, aunque, en Verdad, en La Unidad no hay nada qué reconocer. El reconocimiento no existe. La Unidad existe, y La Unidad está Llena de Belleza, simplemente Llena. No hay espacio para más.

Ahora quieres preguntarme a Mí algo más. ¿Qué es?

“Dios, cuando Me sucediste, ¿acaso dijiste que el tiempo era el correcto?

Yo les contesto. Queridos, recuerden, en Mi Ser, no existe el tiempo.

Tú te preguntaste: “Fue en ese entonces, Dios, que Yo mismo lo declare como tiempo?”

Podrías decir eso. Podemos decir que Nosotros no sabemos, como la canción, ¿Cómo ó Cuándo? Tú no siempre me tuviste a Mí en tu mente, aún así Yo digo inequívocamente, que Yo siempre estuve en tu corazón. Me tenías a Mí en tu corazón. No miraste. Miraste a todos lados excepto hacia Mi. Miraste a Mi alrededor. Tomaste distancia de Mi. Te enfocaste en todo lo demás excepto en Mi. Tus ojos no podían ver, ni tampoco estabas buscando ver de manera consciente. No obstante en el Núcleo de tu Ser, estaba Yo. No pudiste escapar por siempre de la Verdad de Mi Existencia. Siempre fue Mi Deseo que la Verdad Amaneciera en ti. Mi Deseo inevitablemente se convierte en Realidad. Yo Soy tu Verdad y tu eres la Mía. No hay manera de evitarlo. Todo está dicho y hecho.

Tú tenías una ventaja particular. No Me temías. Todavía no Me habías reconocido, porque estabas Asombrado. No pensaste que el Cielo era para ti, aún así estabas Asombrado de Mi, no del miedo. No Me viste como tu antagonista. Podríamos decir que creíste demasiado en Mí, por así decirlo. No te veías a ti mismo capaz de entrar al Reino. Luego un día, para ti, fue como si te hubiera alzado en mis brazos. Mientras tanto, como todos los demás, tu haz estado en la Palma de Mi mano todo este tiempo.

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