En la Eternidad, No Hay Secuencia

Heavenletter #5748 Publicada el: 20 de Agosto de 2016

Dios dijo:

¿Creciste escuchando estribillos bien intencionados pasando por tus oídos, tales como:

"Primero come tus vegetales. Luego, después, toma tu postre. No antes".

"Haz tu trabajo primero. Luego puedes salir y jugar".

"La frivolidad es frívola. Las manos ociosas te causan problemas".

" Aférrate a tu dinero. No malgastes tu tiempo ni dinero en tonterías".

¿Creciste con la idea de que la alegría llega más tarde? ¿Creciste con la idea de que la alegría de todo tipo te será negada hasta un vago momento posterior por anunciar? Cuándo exactamente, no lo sabes. Sólo que más tarde. Y entonces tu alegría ha sido pellizcada, y aún puedes restringir la alegría hasta algún día, y algún día puede que nunca llegue.

Mis hijos no están destinados a estar en el arnés y caminar pesadamente. Sé ligero de corazón y ligero de pie. Que la alegría sea tu contraseña para trabajar o jugar. Por qué no?

Es posible que los niños tengan la idea correcta. Alegría primero. La alegría es un precursor de todo. Restringirte puede quitarte alegría y entristecer tus sueños.

Instrúyete a ti mismo en la idea de que la alegría es tu número ganador. Posponer la alegría no es una virtud.

La dificultad de ser de mano dura con la vida es que te quedas estancado en la seriedad. A veces parece que crees demasiado en el concepto de que, antes de poder disfrutar, tienes que sufrir. Se ha expresado la idea de que debes sufrir antes de poder ser hermoso.

Existe una diferencia entre trabajar y un contrato de largo sufrimiento para trabajar mientras esperas que de alguna manera salgas de abajo. Algún día. Incluso puedes tener la impresión de que restringirte a ti mismo es tu principal objetivo en la vida. Esto no es un buen augurio para la alegría.

Tener una ética de trabajo, eso está bien. Sin embargo, recuérdate a ti mismo que una ética de trabajo no es lo mismo que el amor. Date permiso para disfrutar ahora. Te creé para la alegría, para tu alegría y la Mía.

Reconoce que mereces alegría, y tómala. A decir verdad, se supone que toda la vida es alegría. Deja que la alegría y la responsabilidad coincidan. Por qué no? Ambas pueden ser hermosas

De acuerdo, no te digo que faltes a o te ausentes de la escuela. No te digo que seas irresponsable. La alegría y la responsabilidad no son mutuamente excluyentes. No debes cambiar la responsabilidad por la alegría, ni cambies la alegría por la responsabilidad. Sin embargo, tienes derecho a la alegría. Nunca quieres olvidar cómo tener alegría. Es posible que hayas olvidado la idea de la alegría, tan cargado estas con una carga pesada en la espalda que te lleva a trabajar y a una ausencia de alegría.

Tienes la responsabilidad de disfrutar. A menos que seas alegre, ¿cómo vas a compartir la alegría?

Puedes ser un ciudadano honrado del mundo y ser feliz y ser -- sí, ser Alegría para el Mundo.

La alegría no debe ser dejada de lado. No tienes que estar inactivo o de vacaciones para tener alegría e iluminar tu vida y el mundo.

Se supone que debes liberarte de las restricciones, no mantenerte restringido por el bien de una idea sostenida en algún lugar en lo más recóndito de tu mente. Nunca dije que el sacrificio es una buena idea, o que debes sacrificar. No, ¿dónde dice que te sugerí que sacrificaras tu alegría por una vida noble? No veo la virtud en el sacrificio.

Considera a la alegría virtuosa. Aligera tu trabajo con alegría. Mantén los hombros erguidos. Ama al mundo sin llevar el mundo como una carga pesada que amortigua tu vida.

Sé que te importa el mundo. Sé que te importa. Entonces sé Alegría para el Mundo.

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