DIOS dijo:

Cualquier cosa que ustedes hagan con sus pensamientos, lo hacen con su vida. Sus pensamientos incitan y enriquecen su vida. Sus pensamientos están a la vanguardia y ustedes los siguen. Sus pensamientos son los que guían su camino a lo largo de la vida. En cierto sentido, ellos los persiguen, pero al mismo tiempo, ustedes los dirigen. Ahora es el tiempo de encausarlos en dirección vertical.

Bajen del Cielo aquellos pensamientos que les sean de provecho. No quiero decir, pensamientos basados en quimeras. Quiero decir pensamientos útiles, que eleven el espíritu. No acepten menos.

Consideren los pensamientos como trajes que ustedes van guardando en línea. Los trajes que cuelguen, serán los que bajarán. Pongan en su canasto aquellos trajes que deban doblarse y llévenlos a casa con ustedes. Los pensamientos que ustedes exponen, son los que llevan a casa consigo.

¿Qué tipo de pensamientos deseas tener? Entonces, aprópiatelos. Descarta aquellos que sean desagradables o inoportunos. Adopta aquellos pensamientos que satisfagan tus necesidades.

A un pensamiento le sigue otro. Ustedes saben muy bien esto. Su mente siempre está divagando. Delineen desde ahora sus pensamientos en una sola dirección. Sus pensamientos son como niños. Indíquenles el camino a seguir.

Hasta este momento, ustedes han clasificado personas y países. Ahora, les sugiero que clasifiquen sus pensamientos. Establezcan dos categorías. A pensamientos agradables, denles la bienvenida con los brazos abiertos y desechen aquellos que no sean edificantes. No hay razón para recibir cada nuevo pensamiento que se cruce. O bien pueden apartarlo de su camino o seguirle la pista. También pueden sustituir un pensamiento por otro. Acepten solo lo mejor.

Cuando comen fresas, ustedes no se comen aquellas que estén dañadas.

Ustedes no suelen llevar a la boca una tostada quemada.

Ustedes no esparcen el pan con mantequilla estropeada.

Ustedes no aceptarían mercancía imperfecta de fábrica.

Ustedes no se comerían lo que se caiga al piso.

Ustedes no aceptarían pensamientos impolutos, de bajo tinte, con bordes ásperos, pensamientos que les causaran molestia, pensamientos con solo tres patas que los desequilibrarían, pensamientos que no desearían transmitir a sus hijos, incluso si ustedes recogieran pensamientos del piso, les haría explotar su cabeza.

Inviten aquellos pensamientos que sean de su agrado.

Cuando ustedes están en un hotel con servicio de habitación y ordenan una cosa y les traen otra, ustedes devuelven el pedido. No hay nada que ustedes tengan que aceptar si no es de su agrado.

Es improbable que ustedes obtengan lo mejor si no exigen lo mejor.

¿Por qué no tienen ustedes los mejores pensamientos, aquellos de calidad más elevada, los más edificantes del mundo? Ellos son libres. Ellos están para todos, tanto para ricos como para pobres. Los pensamientos poderosos también están para todo el mundo, no solo para los poderosos. Quizás los poderosos son poderosos porque ellos han elegido pensamientos ampliamente poderosos con los cuales se puedan salvar obstáculos.

A ustedes se les ha inculcado que deben esperar obstáculos. Ahora, en cambio, esperen milagros. Invóquenlos, no en un acto de desespero sino para invitar un amigo querido a su lado. Pidan milagros. Sus pensamientos se los traerán. La vibración de sus pensamientos los atraerá a ustedes. Los milagros se precipitarán hacia ustedes. Se encuentran en línea esperando a que ustedes los atrapen.

Ellos han deseado que ustedes cultiven su mente igual que lo hace un agricultor con la tierra. Estén preparados para los milagros y los milagros sucederán. Cuando sugiero que siembren solo lo mejor, ¿de qué más puedo estar hablando sino de milagros?, lo que ustedes llaman milagros, después de todo, no son más que el retorno de la línea que ustedes atrapan en la red.

Traducido por: Gloria Helena Restrepo C.